lunes, 13 de mayo de 2013

Bizcochitos integrales

Hoy os dejo una receta de bizcochitos que acabo de crear, sanísimos y sabrosísimos, con muchas propiedades beneficiosas para el organismo. Los ingredientes que llevan los hacen muy ligeros, así que podemos disfrutarlos en cualquier momento del día. Además, llevan pepitas de chocolate, así que creo que son ideales tanto para los peques como para los mayores.
Información nutricional:
La avena es abundante en proteínas, carbohidratos de liberación lenta y grasas saludables (grasas insaturadas y ácido linoleico), así como rica en vitaminas, minerales y oligoelementos. La avena contiene 6 de los 8 aminoácidos esenciales, por lo que podemos ver la importancia de incluir este cereal en nuestra alimentación diaria. Otro componente interesante de la avena son los betaglucanos, moléculas que son capaces de disminuir la cantidad de colesterol LDL (el malo) del organismo, mejorar la actividad del sistema inmune y, aun en fase de estudio, tiene cierta aplicación en medicina en cuanto a tratamiento del cáncer.
El salvado de trigo es, al igual que la avena, muy rico en proteínas, carbohidratos de liberación lenta y grasas saludables. De él voy a destacar su alto contenido en fibra (casi el 50% de su peso) y en hierro (10% de su peso), lo que lo convierte en un estupendo aliado para regular el tránsito intestinal, prevenir la obesidad, mejorar el control de la glucemia en personas diabéticas, disminuir la absorción de colesterol en el organismo y prevenir el cáncer de colon.
Con todo esto dicho, ¡espero que os animeis a probar estos bizcochitos!
Nivel de Dificultad: 1

Ingredientes (para 25 Bizcochitos de tamaño medio):
  • 80 gramos de harina de fuerza
  • 40 gramos de harina de avena
  • 60 gramos de copos de avena
  • 60 gramos de salvado de trigo
  • 40 gramos de pepitas de chocolate
  • 60 mL de aceite de oliva suave
  • 30 mL de leche
  • Una cucharadita de extracto de vainilla
  • 60 gramos de azúcar
  • 4 gramos de sal
  • 2 gramos de bicarbonato sódico
Preparación:
Pesamos todos los ingredientes secos por separado y los colocamos juntos en un bol para mezclarlos (la harina, los copos, el salvado, las pepitas de chocolate, el azúcar y la sal). A continuación, añadimos el aceite y la leche y amasamos hasta mezclar correctamente todos los ingredientes. Por último, añadimos el bicarbonato y amasamos hasta incorporarlo a la mezcla.
Con ayuda de una cuchara, formamos bolitas de tamaño similar (con estas cantidades salen unos 25 bizcochitos de tamaño medio) y las colocamos sobre la bandeja del horno. Antes de meterlas al horno, aplastamos las bolitas con la cuchara y las dejamos reposar 15 minutos en la nevera.
Horneamos los bizcochitos 15-20 minutos (dependiendo de la potencia del horno, yo concretamente las he tenido 18 minutos) con el horno precalentado a 180º.
Para terminar, dejamos enfriar los bizcochitos en la propia bandeja del horno, sin intentar despegarlos para que no se nos rompan. Una vez enfriados, los separamos introduciendo un cuchillo por la base de los bizcochitos.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Tarta Guinness

Esta mañana me han sacado de la cama para darme una noticia importante. He ido a la cocina y me he encontrado un gran paquete envuelto que contenía una máquina de repostería de color rojo (ya sabéis todos a lo que me refiero), así que nada más desempaquetarla he decidido estrenarla haciendo esta tarta Guinness. Yo no había oido hablar de ella, pero en las últimas semanas han sido varias las personas que me han propuesto que pruebe a hacerla, que está buenísima y muy de moda.
 
La primera vez que leí la receta me quedé asustada con la cantidad de azúcar y mantequilla que lleva. He modificado las cantidades a mi gusto, para hacerla menos "gorderío" y ha quedado sensacional.
 
¡Os dejo aquí la receta y os animo a que la probeis!


Nivel de Dificultad: 2
 
Ingredientes
 
Para el bizcocho:
  • 250 mL de Cerveza negra Guinness
  • 150 mL de buttermilk (yo sigo sin encontrarlo en ninguna tienda, así que he vuelto a hacer la leche agria como os expliqué en la receta de Red Velvet: 150 mL de leche con un chorrete de vinagre blanco y dejamos reposar a temperatura ambiente unos 10-15 minutos).
  • 250 gramos de azúcar
  • 180 gramos de mantequilla
  • 280 gramos de harina de fuerza
  • 80 gramos de chocolate en polvo (yo he usado uno que traje de Francia, 100% Cacao, pero vi que aquí en España también lo venden, así que podéis encontrarlo sin problemas). Es chocolate puro sin azúcar, por lo que se potencia el sabor de la tarta.
  • Un sobre de levadura química
  • 2 gramos de bicarbonato
  • 2 gramos de sal
  • Un chorrito de extracto de vainilla
 
Para el frosting:
 
Se trata del mismo frosting que empleo para la tarta de zanahoria, sabrosísimo, más sano y menos empalagoso que los que podéis encontrar en otras recetas. Los ingredientes son los mismos, pero he doblado las cantidades para ser más generosa con la decoración.
  • 180 gramos queso crema tipo philadelphia
  • 180 gramos de queso mascarpone
  • 60 gramos de mantequilla
  • 160 gramos de azúcar glass
  • Ralladura de limón o naranja (yo esta vez lo he hecho con naranja)
 
Preparación:
 
Antes de comenzar, ponemos en un cazo los 250 mL de cerveza junto los 180 gramos de mantequilla y calentamos a fuego lento. Mientras tanto, en un bol batimos los dos huevos, añadimos el extracto de vainilla, el azúcar y la sal y removemos hasta mezclarlo todo bien.
 
Cuando se haya derretido la mantequilla y mezclado con la cerveza, retiramos del fuego y dejamos templar la mezcla antes de añadirlo al bol donde tenemos los huevos batidos con el azúcar.
 
En otro bol, mezclamos los 280 gramos de harina, con los 80 gramos de cacao, el sobre de levadura y la cucharada de bicarbonato y tamizamos la mezcla.
 
Una vez se haya templado la cerveza-mantequilla, lo mezclamos bien con los huevos-azúcar y empezamos a añadir la mezcla de harina, levadura, bicarbonato y chocolate y el buttermilk de la siguiente forma: primero la mitad de la mezcla de harina y removemos, segundo la mitad del vaso de buttermilk y removemos, tercero el resto de mezcla de harina y removemos y por último lo que queda de buttermilk. Removemos la mezcla hasta que sea una masa homogénea, colocamos en un recipiente redondeado para hornear y horneamos 45-50 minutos (dependiendo de la potencia del horno) con el horno precalentado a 170º.
 
Para terminar, mientras dejamos enfriar el bizcocho, preparamos el frosting batiendo todos los ingredientes (recordad que debeis de sacarlos de la nevera un rato antes para que estén a temperatura ambiente a la hora de mezclarlos, si no os quedarán grumos). Una vez hecho esto, guardamos la mezcla en la nevera mientras se enfría el bizcocho. Cuando tengamos el bizcocho a temperatura ambiente, si ha estado mucho tiempo en la nevera y se ha endurecido, volveremos a batir la mezcla para que sea más fácil extenderla por encima de la tarta. También podéis preparar la mezcla justo antes de extenderla por encima. Guardaremos la tarta en la nevera para que repose unas horas antes de degustarla.
 
¡Y esto es todo! Espero que os animéis a probarla y que la disfrutéis tanto como nosotros. La próxima vez me atreveré a modificar aún más los ingredientes, tal vez hasta sustituir la mantequilla por aceite, para hacerla más sana y que podamos disfrutarla aún más. ¡Un saludo!