viernes, 14 de septiembre de 2012

Tarta Red Velvet


Nivel de Dificultad: 2 
Sabrosa receta de tarta que últimamente está muy de moda. Al principio me parecía demasiado extravagante y pensaba que el sabor no iba a corresponderse con la imagen, pero un día me animé a hacerla (sin antes haberla probado) y sólo se me ocurre decir ¡Wow! Esta tarta se llama Red Velvet porque tiene una consistencia suave, jugosa y con cierto toque achocolatado. La combinación con el queso es perfecta porque así no resulta tan empalagosa



Ingredientes:

Ingredientes para el bizcocho:

  • 250 gramos de harina tamizada
  • 15 gramos (2 cucharas) de cacao en polvo
  • Una cucharadita de sal
  • 250 gramos de azúcar
  • 110 gramos de mantequilla (media barra)
  • 2 huevos grandes
  • 240 mL de buttermilk (Variante de leche de vaca con un típico sabor ácido, como si la leche se hubiera estropeado o agriado, resultado de la fermentación de la lactosa, azúcar de la leche, por bacterias del género Streptococcus o Lactobacillus. Asimismo, el ácido láctico producido por estas bacterias diminuye el pH y esto hace que precipite la caseína, proteína de la leche, por lo que el producto cuaja. Por ello, este tipo de leche es más densa y viscosa que la leche normal). Podemos hacerla de forma casera añadiendo una cucharada de vinagre blanco o zumo de limón a cada taza de leche y dejando reposar la mezcla 10 minutos, hasta que cuaje.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 cucharaditas de colorante rojo
  • 1 cucharadita de vinagre blanco
  • 1 cucharadita de bicarbonato (la mezcla de ambas produce una efervescencia que debe ser rápidamente añadida a la mezcla del bizcocho)



Ingredientes para el frosting:

  • Una tarrina de queso crema (200 gramos) a temperatura ambiente
  • Una tarrina de queso mascarpone (200 gramos) a temperatura ambiente
  • 100 gramos de azúcar glass tamizado
  • Una cucharadita de extracto de vainilla
  • 200 mL de nata
Preparación:

Tamizamos la harina en un bol y añadimos la cucharadita de sal y el cacao tamizado.

Batimos la mantequilla durante uno o dos minutos y añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta obtener una mezcla clara y suave. Añadimos un huevo y batimos un minuto, a continuación añadimos el otro huevo y batimos de nuevo. Añadimos el extracto de vainilla y lo mezclamos todo bien.

En un bol a parte, mezclamos la leche acidificada con las dos cucharaditas de colorante rojo (yo he usado extracto Red Velvet, que se puede encontrar en tiendas especializadas y en muchas otras tiendas en Inglaterra. Ciertamente, esta esencia le da una consistencia aterciopelada y deja un regustillo a chocolate).

Añadimos la mezcla de harina y la de leche a la mezcla de mantequilla, poco a poco, alternando primero harina, batimos, luego leche, batimos, harina de nuevo, batimos, leche de nuevo, batimos y por último, harina de nuevo y batimos.

En unos recipientes pequeños, juntamos el vinagre con el bicarbonato. Esta mezcla va a producir una efervescencia que debemos añadir rápidamente a la mezcla del bizcocho y remover hasta obtener una textura homogénea.

Vertemos la mezcla en el molde para hornear 25-30 minutos en un horno precalentado a 170º o hasta que al insertar una aguja en el centro del bizcocho ésta salga limpia. Una vez horneado, dejamos enfriar el bizcocho en su recipiente 10 minutos.

Para el frosting, mezclamos los ingredientes sólidos con ayuda de la batidora y añadimos después la nata.

Para terminar, desmoldamos el bizcocho y con un cuchillo grande lo cortamos en planchas del grosor que guste a cada uno. Dejamos reposar en la nevera un par de horas para que sea más fácil manipular y extender el frosting. Repartimos el frosting entre las capas y las montamos una sobre otra. Podemos terminar cubriendo toda la tarta con una capa de frosting y decorando con alguna flor.

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